diumenge, 30 d’agost del 2015

Hace muchos años que no escribo aquí, supongo que cuando acabé el instituto ya no había motivos para escribir nada en el blog. Pero hoy quiero compartir mis días y esa lado que nadie conoce de mí.

El jueves estaba en la segunda parte del día, la siesta después de trabajo agotador, cuando de pronto me desperté con el corazón muy agitado, en ese momento pensé que me iba a dar algo, el motivo era una simple camiseta que había recordado pero no una camiseta cualquiera, era una camisa de esas de hilo negro que se unen pero dejan ver la piel del que la lleva, una camiseta que llevaba mi ex pareja. Aún no la he olvidado, intento vivir con mis demonios, esos que me persiguen cuando tengo tiempo para pensar, tiempo que no me gusta utilizar así pero no hay quien controle el corazón, no hay quien le diga no ames. Lo que más me sorprendió fue que al coger el móvil la chica que me gusta, que hace desaparecer el mundo de los recuerdos cuando aparece, la llevaba también en la foto de perfil, curioso. ¿Por qué? ¿Por qué no podemos olvidar el pasado? ¿Debe formar parte de nosotros hasta el fin? Preguntas y más preguntas que no encuentro respuestas, mientras yo sigo aquí buscando la respuesta el domingo se va y no volverá, el tiempo núnca vuelve y hay que vivir. Mientras yo no salgo del rol de trabajar, hacer deporte, echar de menos y enamorarme de quien de mi no se enamora, el tiempo no deja de pasar. Sí, así es, la persona que parecía ideal para mí (o eso creo) se debate entre dejar de querer o mantener la esperanza hacía alguien que nunca mostró interés por mantenerla a su lado y aquí el menda se queda esperando, pues alguien llegará a mi vida. Puede que no sea esta chica o que tenga que guardar el luto más tiempo ¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo se necesita para olvidar a una persona? ¿Será verdad que el tiempo realmente hace olvidar? ¿No era el tiempo algo relativo? ¿Y si el tiempo no fuera suficiente, si toda una vida no fuera suficiente? ¿ Que coño hacemos en ese caso?! Preguntas otra vez, que no puedo dar respuesta y que se quedan en el aire flotando como los bocadillos en los comics, como las pompas en el aire, como ideas que son. Y así han sido mis últimos días.

Hoy voy a compartir un poema que hice hace un par de días para alguien especial:

Sonríe

Ella empezó dentro,
donde nadie entró.
poco a poco salió,
un fuerte dolor apareció,
el corazón se estremeció.
De su pecho ardiente,
a sus mejillas latentes,
enrojecidas empezaron,
los ojos lloraron.
Por fin aparecieron,
el silencio rompieron.
La sonrisa más bonita,
esa que el corazón agita,
y por ella...Él palpita.

Hasta la próxima.